Se encuentra la Plaza del Campillo del Nuevo Mundo

La matrona protectora de la infancia

En el barrio de Embajadores, en el corazón de la capital española, se encuentra la amplia Plaza del Campillo del Nuevo Mundo, que representa uno de los espacios urbanos más vinculados a la infancia por el espectacular grupo escultórico, del artista alemán Knipp, que muestra una matrona protegiendo a unos niños.

La matrona protectora de la infancia
DCIM\100MEDIA
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La plaza está delimitada por la Ronda de Toledo y la desembocadura de las calles Arganzuela, Mira el Río Baja, Carlos Arniches y Mira el Sol, en plena zona baja del rastro y a espaldas de lo que fuese el  mercado de la Puerta de Toledo y que hoy es parte del Campus de una universidad madrileña.

La escultura, símbolo de la defensa de la infancia, formó parte de la fachada principal del edificio propiedad de "la Equitativa de Seguros", desde su construcción en 1891 y hasta 1920. Ocupaba un nicho en un lugar principal en la esquina del edificio, hasta que éste fue adquirido por el Banco Español de Crédito, y donde ahora figura el nombre del banco. Tras las obras de remodelación, fue donado al Ayuntamiento de Madrid, que lo instaló en la Plaza del Campillo del  Nuevo Mundo.

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Después de la Guerra Civil, la escultura fue retirada de la plaza, y no volvió a ella de nuevo hasta 2003, cuando se remodeló el entorno, siendo alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano, quien además de cambiar su aspecto en superficie horadó sus entrañas con un aparcamiento para residentes.

Una plaza con tradición y una ramificación del Rastro, junto al antiguo mercado de Puerta de Toledo, y escenario hoy en día de otro tipo de mercado, el de cromos. Si eres coleccionista o quieres iniciarte en el trueque, puedes acercarte todos los domingos por la mañana en el mismo horario del Rastro.

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El aspecto y el ambiente de la plaza han cambiado mucho, desde aquellos tiempos en los que desde el mercado llegaban los efluvios a pescado. Y algún vecino se queja de que al llegar la noche se convierte en mercado de objetos robados  y,  en la madrugada del domingo, en una ruidosa zona que se prepara para la venta de productos viejos y casi inservibles sacados de contenedores de basura.

Aún así, una visita a la plaza y su entorno es muy recomendable por el atractivo de la zona. Tanto en día de Rastro como en cualquier otro momento. Además, y muy cerca de allí, puedes acercarte al Manzanares y pasear por el remodelado  “Madrid Río”.