La floración no dura más de tres o cuatro semanas

Almendros en flor en la Quinta de los Molinos (Madrid)

En el barrio de El Salvador, del distrito de San Blas en Madrid, se encuentra un jardín histórico de propiedad municipal, desconocido por muchos, incluidos los propios madrileños.

Es el parque Quinta de los Molinos y debe su nombre, precisamente, a dos molinos para extraer agua de regadío, traídos de Estados Unidos en 1920. Está junto a la salida del metro de Suanzes, delimitado por la Calle de Alcalá, donde tiene su entrada principal, la calle Miami, la calle Juan Ignacio Luca de Tena, y la Avenida 25 de Septiembre.

Almendros en flor en la Quinta de los Molinos (Madrid)
almendros x 4
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entrada450El parque tiene una extensión de 25 hectáreas. Es ideal para desconectar, disfrutar de la vegetación, pasear con las mascotas o hacer deporte. Supone una amplia zona verde en pleno casco urbano de la capital, que cuenta con extensas arboledas de diferentes especies, como olivos, pinos y eucaliptos. Aunque la estrella del parque son los almendros, que florecen en primavera, ofreciendo un fantástico espectáculo con sus blancasviolaceas flores. Dadas las temperaturas actuales, este año la floración se ha adelantado varias semanas.

La Quinta está recorrida por multitud de caminos de tierra, además de un camino pavimentado, que está bordeado por grandes plátanos. Este lleva desde la entrada principal hasta el extremo norte del parque. Allí se conserva  un palacete de comienzos del siglo XX, rodeado de zonas de jardín con flores y extensiones de césped. Jardines y plantaciones de frondosas se crearon con generosidad y suponen un paseo más que agradable para el visitante.

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La Quinta cuenta también con fuentes, albercas, estanques y dos molinos dotados de aeromotores para facilitar la red de riego.  El Molino de la Casa del Reloj y el Molino de la Rosaleda de Palacio.

molino 300Su primer propietario fue  el Conde Torre Arias, y hacia 1920 pasó a manos del arquitecto alicantino César Cort Botí que era profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura y concejal del Ayuntamiento. Este construyó un jardín de tipo mediterráneo.  A su muerte, en 1978, el parque quedó prácticamente abandonado.

Al parecer, el núcleo originario de la finca, alrededor de 20 hectáreas, lo constituían el entorno del Palacete y la zona situada al norte del llamado Camino de Trancos. El resto fue resultado de varias adquisiciones que hizo César Cort, hasta los años 60 del siglo pasado.

No fue hasta 1980, cuando la Gerencia Municipal de Urbanismo le cedió al Ayuntamiento de Madrid tres cuartas partes de las 28,7 hectáreas de extensión original que llegó a tener  todo el parque. El resto permaneció  como de uso residencial.

Los herederos de Cort  acordaron con el Ayuntamiento que la zona pasase a ser de uso público en 1982. Posteriormente, con  el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997, fue catalogado como Parque Histórico.

La floración de los almendros no dura más de tres o cuatro semanas. Visten el parque de un vistoso color blanco-liliáceo muy suave, que merece la pena ver. De no hacerlo en estos días, habrá que esperar un año más para volver a ver este precioso espectáculo floral.

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Almendros en flor en la Quinta de los Molinos (Madrid)
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