Un destino Reserva de la Biosfera, poco conocido, que puedes visitar en cualquier época del año
Valle de Ocón, tesoro oculto en La Rioja
El Valle de Ocón es una zona riojana bastante desconocida, situada entre Sierra La Hez, al sur, y el Ebro al norte. Es una Reserva de la Biosfera, que atesora numerosos atractivos para los visitantes.
Para darlo a conocer, ADETUROCÓN, la Asociación para el Desarrollo Turístico y Económico del Valle de Ocón -asociación sin ánimo de lucro de comerciantes de la zona-, ha presentado en el Centro Riojano de Madrid los atractivos turísticos, patrimoniales y eno-gastronómicos, que ofrece el valle al visitante. Recursos que tienen por bandera la sostenibilidad y la protección medioambiental de la zona.
El objetivo de ADETUROCÓN. asociación, enfocada a la promoción de la actividad turística, es dar visibilidad y destacar los recursos naturales, patrimoniales, históricos y etnográficos del valle y recuperar las tradiciones y raíces culturales de este histórico lugar
El Valle de Ocón es un destino turístico de gran calidad, que ofrece actividades de todo tipo, para parejas, familias o grupos de amigos. Para la promoción, cuenta con la asociación ADETUROCÓN, www.decubrelevalledeocon.com, que acoge a pequeños empresarios y emprendedores del valle, que han unido sus fuerzas para promocionar conjuntamente la zona.
La asociación promueve y organiza eventos, actividades culturales, artísticas, de ocio, agro-ganaderas, gastronómicas y enológicas.
Otro de sus objetivos es el desarrollo del entorno rural del valle, con proyectos que contribuyan a luchar contra la despoblación, consolidando la actual población y atrayendo a nuevos vecinos.
El Valle de Ocón
El valle está formado por seis municipios, Alcanadre, Ausejo, Corera, El Redal, Galilea y Ocón. Éste último integra a su vez seis pequeñas localidades: los Molinos, Las Ruedas, La Vila, Santa Lucía, Pipaona, Aldealobos, y las ya abandonadas San Julián, en el siglo XIX, y Oteruelo, desde los años 70.
En la actualidad, todos ellos luchan conjuntamente para recuperar la zona y combatir el abandono rural, eso que se denomina la España vaciada. Para ello se trabaja en potenciar la economía de la zona con la gastronomía y el turismo rural y con la venta de los productos ecológicos y sostenibles que se elaboran en el valle.
El Valle de Ocón está situado en medio de una reserva natural de la biosfera, así que puede presumir de ser un entorno rural único, en el que poder disfrutar de diferentes experiencias turísticas y eno-gastronómicas. Un entorno paisajístico natural, en el que se puede disfrutar de bosques mixtos de encinas y robles y de un excepcional hayedo.
Es además una de las pocas “reservas Starlight”, o espacios naturales protegidos para la observación de estrellas, que existen en España. Son lugares exclusivos en los que se puede disfrutar de actividades de “astro turismo”, en las que la contemplación de los cielos estrellados se convierte en una experiencia única.
Un poco de historia patrimonial y cultural
Su patrimonio monumental incluye restos de diferentes épocas, como el yacimiento de la edad de hierro de Partelapeña (El Redal), del que destacan las cerámicas encontradas.
Referencia importante, aunque desconocida incluso por muchos riojanos, es que la zona ya estuvo habitada en el siglo I DC. Así, de la época romana se han encontrado restos de una canalización de agua en la zona de San Julián, que en su origen tenía unos 30 km. Servía para llevar agua desde la sierra de Hez hasta la antigua Calagurris (Calahorra).
Hay restos también de yacimientos arqueológicos de villas romanas, en Pipaona (Parpalinas), Partelapeña (El Redal) y Lalaguna (Alcanadre)
En la misma zona, las excavaciones han dejado al descubierto los restos de una iglesia tardo antigua del siglo V que fue visitada por San Millán de la Cogolla, y que tuvo una gran importancia en la cristianización de la zona. Los restos fueron rehabilitados en 2019.
Entre finales del siglo XII y principios del XIII, se construyeron en la zona, la Fortaleza, la Fuente de los Santos, la Iglesia románica de San Miguel, de la que quedan todavía restos, la Iglesia de Santa María y la ermita de San Juan.
El Valle de Ocón, conocido también como "Tierras de Ocón", fue señorío desde el siglo XIII hasta la extinción de los señoríos en el siglo XIX, aunque los pueblos que lo integraban, siguen siendo una unidad histórica, con los mismos límites territoriales de antaño.
Ubicado entre Santa Lucía y La Villa, se encuentra el símbolo más conocido de la zona, con un gran atractivo turístico, su molino de viento harinero del siglo XIII. Sus restos se descubrieron en 2004.
Un ejemplar único en la Rioja y único también en el norte de España, que ha sido reconstruido con absoluta fidelidad a sus características originales.
Visitarlo es una original forma de observar el ingenioso sistema de molienda que se utilizaba, con una tecnología muy básica pero muy efectiva.
Otros de sus atractivos son una antigua almazara y actualmente centro de interpretación del aceite, situada en El Trujal de Ocón, donde se ofrecen actividades de oleo-turismo. Aquí se puede observar también cómo se extraía el aceite de las aceitunas en el siglo pasado.
En Corera hay un museo etnográfico, integrado en una antigua casa, que muestra cómo se vivía en la zona a principios del siglo pasado, hace ya más de 100 años.
Es una casa-museo, conocida como La casa del Espartero o la “Casa etnográfica”, que fue reconstruida por la Asociación de Mujeres de Corera. Un caserón de adobe de 3 plantas, construido en el año 1900, que fue abandonado hace más de 40 años y que se encontraba en un estado de abandono importante.
La asociación inició su reconstrucción en 2008 sin ninguna ayuda oficial, por lo que recurrieron a rifas, mercadillos fabricación de dulces y de jabones caseros, con los que consiguieron ingresos para llevar el proyecto adelante. En su interior se pudieron rescatar muchos enseres típicos de una casa de labranza. Tardaron 10 años en terminarla.
También recuperaron el lavadero de Corera, “el museo del lavado “. Tanto uno como otro reflejan con fidelidad cómo se vivía en la zona a principios del siglo XX, con economías de supervivencia y autosuficiencia y la venta de, como en el caso de la Casa del Espartero, de las labores hechas con esparto.
Gastronomía y enología
Junto a la naturaleza y el patrimonio monumental, la gastronomía es otro pilar importante en la oferta turística del Valle de Ocón. Además de degustar los productos de la zona, se puede visitar y conocer de cerca cómo se elaboran.
En el valle hay bodegas en las que se elaboran vinos de gran calidad y la posibilidad de disfrutar de catas y otras actividades de enoturismo.
Se organizan eco visitas a fincas de cerdos ecológicos y de gallinas camperas, en las que la alimentación de estos animales es completamente natural y ecológica. También es de gran calidad el aceite de oliva virgen extra, que se elabora en El Trujal del que ya hemos hablado. Un aceite que ha recibido numerosos premios. Y no debemos olvidar la posibilidad de realizar turismo apícola, para descubrir cómo trabajan las abejas. También hay una finca única de cerezos en altura, que produce unos frutos de gran calidad.
Y lo más importante es que además de poder disfrutar de esos productos en sus lugares de origen, todos los restaurantes del valle los ofrecen en su carta, gastronomía basada en la idea de “km cero”.
¿Dónde Comer?
La Alameda, en Pipaona, es un restaurante adherido y reconocido, dentro de la marca Reserva de la Biosfera. Su carta se basa en comida tradicional de la zona, de temporada y con productos locales. Su carta de vinos está basada en las elaboraciones de la subzona vitivinícola de Rioja Oriental, en la que está enmarcado el valle. Su plato estrella es el cochinillo asado a baja temperatura, sin grasa y con la piel crujiente. En temporada también prepara platos de setas y hongos. A lo largo del año organizan diferentes jornadas gastronómicas.
Servicio cercano y amable
Las brasas de Baco, es un restaurante ubicado en Alcanadre, que ofrece como platos principales, el chuletón y el cabrito a la brasa y postres caseros. Los fines de semana dispone de menú degustación.
El restaurante tiene una amplia terraza.
¿Dónde dormir?
Para aprovechar el tiempo, y poder disfrutar de todas las actividades y atractivos de la zona, nada mejor que alojarse en uno de los múltiples alojamientos rurales, que ofrecen tranquilidad y experiencias únicas, en edificios con encanto.
La Botica de Ocón alojamiento rural, es una vivienda de uso turístico, situada en el centro del pueblo de Pipaona. El edificio data de finales del s XVI y fue restaurado en 2012 completamente. Dispone de 6 plazas de adultos en 3 dormitorios dobles, repartidos en dos plantas. Puede alcanzar 10 plazas añadiendo dos camas supletorias. Ofrecen todo tipo de información y facilidades para visitar bodegas y viñedos y disfrutar de catas y degustaciones en la zona de la Ruta del Vino de Rioja Oriental.
La Casa de la Condesa es un edificio histórico, situado en El Redal. Es una de las casas más antiguas del pueblo, pues se construyó en el siglo XVI. Posee una fachada solariega clásica con balcones, sobre una base de piedra y una portada con arco estrellado, catalogada por estar esculpida en piedra.
Cuenta también con un jardín romántico. Dispone de 9 habitaciones todas con baño. Cada una de ellas está dedicada a un personaje histórico vinculado al lugar.
Se ofrece como alojamiento compartido o alquiler completo para hasta 27 personas. Ofrece entre otras cosas, barbacoa en el jardín, biblioteca-sala de juegos, pozo histórico y bodega. En verano, la piscina municipal es gratuita para los clientes. Facilita todo tipo de actividades gastronómicas eno-turísticas y deportivas.
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Los Nogales es una vivienda chalet de nueva construcción, para uso turístico, situada en El Redal. En el interior dispone de seis habitaciones con baño completo, con capacidad para 16 personas.
Dispone de vajilla para todos y los servicios convencionales de una casa, incluida lavadora. Cuenta con un jardín con piscina, mini-golf y pingpong, entre otras diversiones.
apartamentolosnogales@hotmail.com
Zaranda, casa rural. Es una casa familiar situada en El Redal, completamente restaurada, respetando la construcción tradicional de piedra y ladrillo rústico de la zona, que consta de dos plantas. A la planta baja se accede por un patio en el que se encuentra un amplio recibidor con un antiguo pozo. El resto es un espacioso salón y una cocina completamente equipada. En la planta alta hay cinco dormitorios dobles, con posibilidad de instalar camas supletorias. Hay también una sala de estar con televisión y 3 baños completos.
Casa de la Abuela Bego. Está a 100 metros de la localidad de Aldealobos. No es compartida, se alquila al completo, lo que ofrece intimidad e independencia.
Dispone de cuatro habitaciones, un baño, un aseo y una ampliación de otro baño más. Las zonas comunes son un salón-comedor, cocina de gran tamaño con todo tipo de enseres para cocinar y un patio con zona de asador, horno de leña y mesas para comer. Dispone también de un jardín con columpios y mobiliario para descansar.
La Casona de Aldealobos, está construida en un antiguo pajar rehabilitado. Se ha conservado la antigua fachada, construida con piedras de río, sus maderas interiores y los muros exteriores de Mampostería. La planta baja servía para el ganado, y la planta alta para almacenar grano. En la actualidad, es una casa decorada en ambiente rústico, con capacidad para diez personas, que se alquila completa. La planta baja tiene un salón-comedor, una habitación de matrimonio y un cuarto de baño, todo ello adaptado a personas con movilidad reducida. En la planta alta hay cuatro dormitorios, dos con camas de matrimonio y dos con individuales, y dos cuartos de baño. Dispone también de un patio exterior con porche en el que hay una barbacoa.
La antigua Bodega y los Lagos de San Isidro, casas rurales. Son dos casas rurales construidas sobre una vieja bodega riojana, de la que se conservan partes del antiguo sistema de elaboración de los vinos.
Las dos comparten un amplio jardín con porche, barbacoa y un merendero.
Alimentos
Huevocón. Huevos camperos de gallinas y ocas, libres y felices, alimentadas de forma sana y equilibrada. Avicultura en extensivo, para impulsar el desarrollo rural, la sostenibilidad y el cuidado del paisaje y de la biodiversidad. Es un proyecto familiar, de trato cercano y sin intermediarios, que ofrece sus huevos al consumidor final.
Están situados en una granja en Los Molinos de Ocón, en plena Reserva de la Biosfera.
Galilea aceites. El Trujal de Galilea elabora aceite de oliva virgen extra (AOVE), con el nombre de GALILEA, de excelente calidad, amparado por la Denominación de Origen Aceite de La Rioja. Su origen está en la colaboración de más de 150 socios del Valle de Ocón, que constituyeron hace más de 20 años, una Sociedad Agraria de Transformación. Modernos sistemas de elaboración, por prensado en frío, que están revitalizando el sector oleícola de una de las zonas productoras más tradicionales de La Rioja. Los aceites están elaborados con variedades autóctonas de la Rioja como la redondilla, royuela, machona o empeltre, de olivos centenarios.
Cersabor, cerezas del monte. Es una explotación agrícola de 60 hectáreas enclavadas en el valle y dedicadas en exclusiva al cultivo de la cereza tardía. Gracias al microclima de la zona, los cerezos florecen en abril, sin verse afectados por las heladas invernales. Cuando comenzaron la explotación hace ya 20 años, se cultivaban 22 variedades de cerezas, que han dado paso hoy en día a una selección de frutos tardíos de las variedades lapin, sweet heart, sweet late o sinphony, entre otras. Y entre todas, destacan las sumburs, grandes y jugosas y muy apreciadas en los mercados españoles. La explotación es visitable.
Luis Gil, embutidos ecológicos. En la finca El Encinar, en plena Reserva de la Biosfera, se encuentra la ganadería de la empresa Luis Gil, cuarta generación ya de empresarios, que cuida del bienestar animal, la protección del entorno, mediante una producción sostenible, que da como resultado embutidos ecológicos de gran calidad. Casi 100 hectáreas por las que los cerdos se mueven entre encinas y robles y viven tranquilos y alimentados con una dieta 100% ecológica.
La finca organiza eco-visitas para disfrutar de una experiencia agro-ganadera ecológica, en un medio rural de desarrollo sostenible. Ofrecen talleres infantiles, catas y paseos por el encinar.
Mari Pili, embutidos. Elaboraciones nacidas de la tradición ancestral de la fiesta de la matanza, en la que participaba toda la familia. Son productos elaborados con canes y especias de primera calidad, curados con el aire de la sierra, en la localidad de Galilea, lo que proporciona a los embutidos un sabor muy característico.
Mari Pili es una pequeña empresa familiar, pero ya de tercera generación, que inició “la abuela María”. Con la segunda generación se estableció una granja de cerdos y una carnicería en el pueblo, y posteriormente una pequeña fábrica de embutidos, que ha ido creciendo
Tío Perico, apícola, es un proyecto de desarrollo apícola para elaborar mieles ecológicas de calidad, en medio de la Reserva de la Biosfera.
Se obtienen de forma artesanal, sin mezclas ni manipulaciones, mecánicas, añadido de azúcares o calentamiento.
Son mieles obtenidas de un entorno multifloral de monte bajo, en el que predominan tomillos, bocha blanca, mora, o viboreras, y en altura donde abundan los brezos, encinas, robles y hayas.
Organizan actividades de turismo apícola.
Vinos y viñedos
Finca Vistahermosa. Viticultura ecológica en altitud, en un viñedo de 163 hectáreas en la falda de la sierra. En medio de la finca, hay una bodega, donde se producen ediciones limitadas de vinos de elaboración artesanal. La finca que produce mil toneladas de uva garnacha vieja de gran calidad, es la mayor reserva de este fruto en La Rioja. Se pueden hacer todo tipo de actividades enoturísticas en los viñedos y la bodega. También ofrece degustaciones y maridajes con productos de la zona o asados al sarmiento.
Bodegas Nestares Eguizábal. Es una bodega familiar que tiene su origen en 1983, con la plantación de los primeros viñedos, de la mano de José María Nestares. En 1998 crean su propia bodega para elaborar sus vinos. Los viñedos, adaptados a la agricultura ecológica, están en plena meseta que separa el Valle de Ocón del Valle del Jubera, en alturas que van de los 250 a los 650 metros. El origen fue la uva tempranillo, a la que recientemente añadieron Sauvygnon Blanc y Chardonnay. Las viñas son cuidadas prescindiendo de herbicidas, usando sólo abonos orgánicos y recurriendo a productos fitosanitarios respetuosos con el medioambiente. Ofrecen visitas guiadas a la bodega y los viñedos, catas y la posibilidad de realizar actividades enoturísticas.
Casa La Rad, viñedos. Las bodegas Casa La Rad tienen 110 hectáreas de viñedos. Producen 120.000 botellas de vino al año, con uvas seleccionadas de sus 45 mejores hectáreas. Las viñas más antiguas de la finca, son 23 hectáreas plantadas en 1960 y catalogadas como viñedo singular. Reciben el nombre del paraje en el que están enclavadas, Casa La Rad. Es la de mayor altitud, entre 660 y 700 metros.
La bodega está en la hacienda de mayor extensión de la Rioja, con 800 hectáreas, donde conviven las vides con un bosque mediterráneo y cultivos tradicionales como olivos, almendros o cereales. El bosque son 350 hectáreas de encinas, robles, madroños, tejos y acebuches, en los que campan ciervos, jabalíes, liebres, zorros, ardillas, águilas y perdices. También dispone de tres embalses, donde es fácil encontrar patos, gansos y grullas, que utilizan la zona en sus paradas de migración.