AOVE, el oro líquido de Priego de Córdoba

Como es lógico, las almazaras son numerosas. Producen, en la mayoría de los casos, un aceite de oliva virgen extra (AOVE) de primera categoría.  Es muy importante señalar que un buen aceite de oliva debe ser virgen extra, lo que implica que sea un verdadero zumo de aceituna, que recuerde al fruto original. Se debe extraer con medios mecánicos, sin usar ningún compuesto químico, como pasa en otros “aceites de oliva”, o “aceites de orujo”.Para ser “aceite de oliva virgen extra”, debe de estar dentro de unos parámetros físico-químicos y tiene que carecer de defectos a nivel sensorial. Con estas premisas, se podría decir que es fácil encontrar mucho aceite de primera calidad en la comarca porque existen numerosos productores que trabajan a fondo esta excelencia.

Es el caso del aceite de oliva virgen extra, Legado Español. Un ejemplo de empresa familiar de tamaño medio, que tiene como prioridades la tradición, la cultura de su tierra y el buen hacer.

En este sentido, el oleoturismo se está convirtiendo en una opción turística de primer orden por su riqueza y variedad. Existen numerosas opciones como visitar los campos de olivos, las almazaras, realizar catas de aceite o maridajes con otros productos gastronómicos típicamente españoles como el exquisito jamón de jabugo Sierra del silencio o los vinos de la Denominación de Origen de Montilla Moriles (finos, amontillados, olorosos o Pedro Ximenez).

También, por qué no, conocer el inmenso patrimonio cultural de Priego de Córdoba, una de las cunas del barroco cordobés, donde nos asombrará su Castillo, sus Carnicerías Reales (antiguo matadero y hoy lugar de exposiciones), su barrio de la Villa, su Fuente del Rey o sus numerosas iglesias, además de poder comer estupendamente en el restaurante Río, en el gastrobar Zyrah o alojarse en el Hotel Huerta de las Palomas.

 

El aceite de Legado Español

 

Legado Español, es un ejemplo de empresa familiar de tamaño medio, que tiene como prioridades la tradición, la cultura de su tierra y el buen hacer. Ofrece visitas a sus olivos centenarios, organiza reuniones en el Cortijo de una de sus fincas y explica el proceso de la elaboración de su AOVE.

Aunque las actividades de este tipo de turismo son variadas, lo principal, claro está,  gira en torno al aceite. En el caso de Legado Español, el jovencísimo Rafael Zurita, con tan solo 24 años, ha cogido, desde hace poco tiempo, las riendas del negocio familiar, con ilusión, brío y profesionalidad. Sus bonitas e ingeniosas botellas con sistema antigoteo y etiqueta metalizada que evita que ésta se despegue y que esté mojada de aceite, como suele ocurrir, muestran el mapa de España girado con los grados del eje de la tierra con los colores de la bandera española difuminados. Todo en esta empresa familiar destila amor por el olivo y esfuerzo por alcanzar la excelencia. Si bien, el origen de la familia Zurita está en Priego de Córdoba, sus plantaciones de olivos se encuentran repartidas entre Priego, Puente Genil (las dos en Córdoba), Jaén y Granada, siendo en ésta donde se encuentra la finca más grande y el cortijo familiar.

Los paisajes son espectacularmente bellos. Muchos están situados a 850 metros de altitud. En los campos de las fincas de la familia Zurita no solo hay monte y olivar sino también tierra “calma”, es decir de otros cultivos como cereales, habas o fresas. Nada menos que 50.000 kilos de fresas al año en una hectárea y media, que abarca 86.000 plantas, con tres excelentes variedades, Monterrey, San Andrea y Cabrillo, que hacen parte de los nuevos proyectos agrícolas de Rafael Zurita.

Los olivos de sus fincas tienen tres variedades de aceituna. La picuda es la más extendida, la variedad endémica de la zona, y la más importante para el aceite de Legado español. Prácticamente, el 50% o 60% de su producción es de este tipo y es un aceite que resulta ser muy afrutado. También, están las aceitunas hojiblancas, más almendradas y amargas, y finalmente, en menor medida, la picual. Legado Español produce 2.500 litros de aceite al año, que envasa a medida que se va vendiendo para no perder calidad. Se recogen 800.000 kilos de aceitunas, de los que se saca un 20% de aceite verde de cosecha temprana y de coupage (mezcla de variedades). Sus sabores recuerdan a las tomateras y a la hierba recién cortada. Una maravilla de aromas que se unen a las cualidades anticancerígenas, antioxidantes y a las propiedades similares a las del ibuprofeno que tiene el aceite de oliva.

Las aceitunas que dan lugar al aceite virgen extra se suelen coger en los meses de noviembre y diciembre. Pasan, después, a un proceso en la fábrica de aceite, la almazara, donde se limpian, separando las hojas y los palos, se muelen y se extrae el “oro líquido”. En el caso de Legado Español, esto se realiza en la Almazara Zamoranos, cooperativa Virgen del Carmen (Córdoba) donde varios productores se coordinan para extraer su aceite. Todo con un proceso mecánico, sin nada químico, que es lo que da lugar al aceite de oliva virgen extra, el que realmente hay que consumir.

Legado Español facilita comprar su aceite, realizando pedidos. Algo muy interesante si se quiere descubrir este maravilloso oro líquido andaluz y si aspiramos a disfrutar de un aceite de oliva excepcional. Además, para aquellos que lo deseen, se puede apadrinar un olivo, teniendo la posibilidad de comprar unos lotes de aceite con precios muy especiales.

Algunos Precios:

6 botellas de ½ litro de Coupage (30 euros)

½ litro de primera cosecha (40 euros)

Garrafa de 5 litros (25 euros)

Para más información:

696134238  

www.legadoespanol.com