Mismo Sitio, Distinto Lugar, fin de la gira de Vetusta Morla
Después de año y medio de su gira Mismo Sitio, Distinto Lugar que comenzó en junio de 2018 en la Caja Mágica de Madrid con 38.000 personas, la que posiblemente es la banda indie más importante de este país da por finalizada la misma con tres últimos conciertos consecutivos en el mismo sitio (la capital), pero distinto lugar, el WiZink Center, con un total de 41.000 fieles y agotando todas las entradas.
El sexteto madrileño de Tres Cantos, justo un año después de celebrar sus 20 años de trayectoria, han cerrado la que, hasta el momento, ha sido su gira más multitudinaria e internacional, pasando por más de 40 ciudades en Europa, Latinoamérica, EEUU y Canadá. Además, siendo reconocidos con tres nominaciones a los Grammy latinos (Mejor Álbum de Música Alternativa, Mejor Canción Alternativa y Mejor Diseño de Empaque) y un Premio Ondas entre otros.
Los tres conciertos, con prácticamente la misma playlist, comenzaron con la canción que da nombre al álbum, pasando por todos y cada uno de los 10 temas del disco y alternando con sus canciones más exitosas de los tres anteriores como Golpe Maestro, Maldita Dulzura, Copenhague, Un Día en el Mundo, La Deriva, Valiente,… hasta terminar con Los Días Raros.
Pucho lidera con su magistral voz a un grupo de grandes profesionales de la música: David García “El Indio” a la batería, Álvaro B. Baglietto al bajo, Jorge González a la percusión, Guillermo Galván a la guitarra y Juan Manuel Latorre a la guitarra y teclado. “¡Los vetustos han vuelto al palacio!” proclaman tras El Discurso del Rey, y antes de terminar su primera tanda con Golpe Maestro ya tenían a todo el público en pie con un “atraco perfecto”.
Tan reivindicativo como siempre, Pucho lanza sus agradecimientos a todos, todas y “todes”, llama a realizar pequeños gestos en 2020 para transformar el planeta y defender su medio ambiente y proclama la vida y el amor antes de Maldita Dulzura, que levanta los brazos del público.
Su enorme profesionalidad hace que el concierto vaya progresando emocionalmente, el inicio de cada canción hace entregarse a sus fans, que corean cada una de ellas como si de un clásico como Copenhague se tratase, animados con las luces y proyecciones que destacan en una gran pantalla del fantástico escenario.
Y con un “Gracias brutales” se despidieron.